Resistencia de cultivares de trigo a enfermedades foliares y su asociación con fecha de siembra, ciclo a espigazón y variables meteorológicas

Tabajo FInal

Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales. Ingeniero Agrónomo.

En los últimos años , las enfermedades que afectan al cultivo de trigo han incrementado su severidad debido a la difusión de cultivares de trigo susceptibles, el incremento del área de siembra directa sin rotación, uso de semilla infectadas que ayudaron a diseminar el inóculo en algunas manchas foliares y en especial a condiciones ambientales favorables a manchas foliares, hongos de suelo y de espiga que tienen el potencial de limitar los rindes y calidad del cultivo de trigo. (Alberione, 2005). Entre las enfermedades con mayor impacto sobre la productividad se destaca el grupo de las enfermedades foliares como Septoriosis de la hoja, Roya de la hoja y Mancha amarilla. Estas manchas tienen una alta incidencia en todas las regiones trigueras de la Argentina. El manejo integrado de enfermedades, tiene como base la resistencia genética complementada con prácticas culturales y control químico como una herramienta para lograr resultados positivos en el cultivo de trigo preservando el medio ambiente. Se realizaron ensayos en dos épocas (primera y tercera) y tres localidades. Se hicieron evaluaciones de severidad en plántula Z32, para la primera época de siembra no hubo diferencias significativas de severidad entre los cultivares, localidades ni tampoco en las interacciones entre estos. En Z80 hubo diferencias significativas de severidad entre las localidades, cultivares y en la interacción en ambas épocas de siembra. Los ensayos realizados en Chacabuco fueron los que mayores valores de severidad arrojaron. Las dos variables que mejor explicaron la variación en severidad en estado adulto fueron las precipitaciones ocurridas hasta el momento de evaluación y la Humedad Relativa Promedio hasta 15 días antes de la evaluación. No se encontraron asociaciones significativas. Esto indicó que la severidad no dependió de la fecha de espigazón de los cultivares